domingo, 3 de mayo de 2015

Amanecer

Mi ventana está abierta a las 7.15, no hace mucho frio, mi mirada se pierde e el horizonte, en él se perfila el amanecer. Las nubes son  gruesas,  salvo la que acaricia Peñalara, un ave se acerca a su contorno, la nieve se ha derretido, la espera el exilio hacia el hemisferio Sur. Una cigüeña busca la paz, la soledad, la continua melancolía  de la ciudad sin ruido, de amanecer lento ques Segovia. El sol abandona la idea una y otra vez de salir, el viento golpea sus rayos, zarandea sus sueños, menoscaba sus própositos.  Las nubes invaden mi mirada, llueve. Lágrimas se pegan a los tejados. El horizontes gris, la ciudad  despierta.

Ana. M. Tapias G.

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