domingo, 31 de mayo de 2015

Entre

Entre la salud y la enfermedad hay un estrecho camino,  que todos podemos cruzar en cualquier momento.
 Se llama Mariano,  tiene 71 años, es un vecino de toda la vida,  hace unos  meses caminaba a buen ritmo, ahora lo hace amarrado a dos muletas y al brazo de su mujer. Un infarto sumado a un ictus lo han condenado a ser un hombre, derrotado,  que lucha por sobrevivir. Ayer hablamos con él,  mi familia y yo. Le animábamos, le susurrábamos que mejoraría con el paso de los días, ldimos calodesde nuestras miradas, sabiendo que tal vez mañana alguien nos estrujará esperanza a nosotros.

Ana Tapias.

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