jueves, 7 de mayo de 2015

Jesús Hermida

Yo no fui chica "Hermida", sino espectadora"Hermida". Su voz despertaba mis sentidos que se plegaban a sus palabras como si fueran chicle. Me olvidaba de mi realidad,  para sumergirme en la suya,  que carecía de sombras, y estaba hecha de escupitajos de verdad. Me olvidaba de mis problemas para adentrarme en sus relatos, que ya soparte del ayer.
Jesús,  adiós, ahora seducirás a tu amado " Platero", adiós.
Ana. M. Tapias G.

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