Atentado en Londres

Es imposible, admitir el dolor, que desprenden las imágenes del atentado de Londres. El hombre de traje, al que solo se le ven los pies, en medio de la calle,  ayudado, por gente que pasaba por el lugar; la mujer, en estado de shock,  en el suelo, que no entiende qué hace allí; la adolescente, que iba a clase, y se encuentra mirando al Támesis, donde se arrojó, una mujer, para evitar ser atropelladla; los heridos, cubiertos con sábanas,  llevados por miembros del ejército, en camillas; el policía apuñalado, invisible en el asfalto, que es  reanimado por el Diputado Tobias Ellwood, con un masaje cardiaco; el sospechoso, rodeado de sanitarios que lo intentan salvar, mientras un policía le vigila con un rifle; la gente corriendo, asustada, despavorida, sin entender qué pasa.  La muerte,  que nos dejan aquellos, que planean estas masacres, no nos doblegará. Seguiremos caminando con el corazón en la mano, luchando por un mundo sin dictaduras, sin violencia. No nos venceréis.
Con cariño y admiración a las victimas del atentado de Londres
Ana Tapias