Los inmigrantes, así los llamamos en Europa, en América del Norte; son ciudadanos de países que se deshacen; que se caen; que se vuelven indiferentes, a su dolor, a su sufrimiento, a su hambre. Se cuelgan la casa a los hombros, caminan miles de kilómetros, hasta llegar a un puerto de mar; donde una mafia los pide dinero, por meterles en una barquita. Creo, que en lo va de año, han muerto casi quinientos, ahogados. A veces, tienen la suerte de ser salvados( la mayoría mueren) Algunos, se hunden en el fondo del mar, donde nadie los llorará; otros, flotan hasta la orilla. Los inmigrantes, seres secundarios en las películas de felicidad; han sido derrotados, zozobrados, desajustados, por la ausencia de soluciones a su miseria.
Ana Tapias
Ana Tapias
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