Desperezarse, requiere ser contundente, agresivo, improcedente. Es luchar, por no escuchar el cansancio que imprime la derrota; por abrir la mirada, hacia los sueños que son ajenos a la monotonía, a la familia, a los amigos, a los desconocidos; por saltar en soledad, dentro de una fuente que nos mojará. Desperezarse, es siempre un ejercicio del deseo.
Ana Tapias( Todos los derechos reservados)
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