En mis paseos por la orilla del mar, me planteé la cuestión de cómo atrapar mi sombra en el mar.. Calculé mi estrategia con indiferencia, no quería alertar a mi instinto salvaje de huir de mi muerte prematura por ahogamiento. Nado con la dificultad de la pereza. Opté por fotografiar mi sombra, así quedaría el recuerdo de mi otro yo pegado al paso del tiempo. Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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