martes, 8 de agosto de 2017

Juana Rivas

Juana Rivas, mujer llorosa, dolorida, aupada en su sufrimiento, está en busca y captura, por orden del juez. Lleva desaparecida con sus hijos dos semanas, más o menos. No quiso entregar los niños a su padre.  Los españoles no podemos entender, cómo un señor que ha maltratado, puede cuidar a sus hijos sin agredirles. Pues la rabia, el odio, la frustración, la lleva dentro. Es verdad, que todos merecemos una segunda oportunidad; que se ha de cumplir la Ley. Los artículos que forman el cerebro de las leyes, carecen de sentimientos como los que surgen del corazón de una madre. Que no quiere que sus hijos, lloren sus mismas lágrimas.  Juana Rivas, no estás sola.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)

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