A veces, es bueno es hacer pausas. Caminar con la mirada en otro lugar, no siempre en el mismo horizonte. Despejar el aliento de la incertidumbre, que nos rodea siempre, como si fuera un incendio imposible de apagar. Necesitamos soñar en silencio, con brevedad, sin miedo, para abrazar fuertemente a la vida, que es lo único que nos pertenece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario