sábado, 26 de agosto de 2017

Luces dadas

Nada es tan diferente como lo habitual. Las farolas siempre lucen, aunque no a las 9.30 de la mañana. Hora insospechada para el tráfico de pesadillas. La luz desorienta a la ambigüedad, que supone el sueño. Quieto, pacifico, sordo a las instantáneas de la realidad. Agotados de vivir sumidos en la prisa. Doblegamos la mirada, hacia las estrellas. Por eso, es tan desconcertante soñar despierto.
 Ana Tapias( todos los derechos reservados)

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