Elegir ir por la derecha o por la izquierda, es un acto para meditar concienzudamente, sin prisa, tomando su tiempo. Tal vez, en la calle derecha se aposente tu destino; y en la izquierda, tu rutina. No es fácil, someterse por costumbre al mismo devenir. Es necesario para la mente, siempre se puede recurrir al lexatin, cambiar de sentido; ser otro; dejarte aconsejar por el destino; llorar sin mirar atrás; escalar rocas, a pesar del abismo. La decisión nunca es justa, pero si necesaria.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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