A veces, la insistencia es perturbadora, sobre todo, cuando es imposible. La distancia es un hecho, que no tiene flotadores. Se ahoga, irremediablemente, bajo los sucesos, sin nombre, erosionados entre las fechas del encuentro y del desencuentro. La vida, siempre, nos lleva al adiós, y hemos de aprender a caminar junto a él.
Ana Tapias( todos los derechos reservados(
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