Asistimos a una variopinta relación de
milagros diarios, contados por periodistas, pseudo-periodistas, tertulianos, fotógrafos,
pensionistas, exterroristas, poetas, literatos de media melena, padres y madres
agrupados en grupos de WhatsApp. Todos saben, todos opinan; creen
ser condenadamente buenos en sus teorías; que acaban sin reciclar envueltas en plástico,
Palabras que abren infinitas realidades;
que desdibujan universos; que proclaman
guerras a los que no piensan como ellos; que distinguen a los elegidos por
conveniencia; que socavan los mitos de la religión laicos y ateos; que alardean de ser los primeros en llegar a
la meta del pensamiento migrante; que compran súbditos como si fueran
margaritas deshojadas por un amor imposible. Ante esta avalancha de micro
mundos con límites territoriales; la
razón ha optado por suicidarse, pues, no sabe a quién escuchar.
Ana Tapias( todos los derechos reservados©sábado, 30 de junio de 2018
jueves, 28 de junio de 2018
Jugar en el parque
Estos dias, disfruto de mis tres sobrinitos. Vamos a un parque, que está a cinco minutos de casa; a veces, no hay niños; otras, está plagado de historias que se juntan en un castillo o en una isla. Me asombra, la capacidad que tienen los niños de colaborar los unos con los otros sin conocerse de nada. Traen, llevan, cubos de agua, que arrojan sobre la arena como si su amistad fuera eterna, y, tal vez lo sea, pues esos, momentos, se alojaran en su infancia. Espacio mental, donde jugaran en la madurez como si fuera un paraíso sin derrotas. Los parques, nos devuelven a un mundo sin fronteras, con persianas a las que asomarse; sin armas con las que ser derribados; sin devoluciones egoístas; sin sonrisas con fecha de caducidad; sin nostalgias de la memoria; sin dudas sobre si el camino hacia la verdad es el correcto. Mis tres sobrinitos, leerán mis palabras un día, donde yo seré sombra de pala enterrada en un parque.
Con todo mi amor a Santiago, Guillermo y Mariana©
lunes, 25 de junio de 2018
Tercera edad de una patata
Las
patatas, sino las abortamos dentro de nuestras digestiones, también envejecen.
Es raro, contemplar a un tubérculo cargado de arrugas; no está bien visto por
la sociedad. Por eso, tampoco llegan a la edad anciana; donde las espera una
muerte inquietante, bajo un cuchillo, que a duras penas, podrá cortar su corteza,
para llegar a su corazón; que será devorado, sin piedad, por un humano carente
de escrúpulos. Hemos de aprender a venerar a la patata, como si fuera una diosa
del campo, que a tantas generaciones ha sacado del hambre. Hemos de construir altares para las patatas,
para que nunca olvidemos que si las rezamos nos convertiremos en súbditos del
reino vegetal. Pero, hemos de asumir que su inmortalidad siempre será su
cuestionada por los científicos de la supervivencia.
- Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
jueves, 21 de junio de 2018
Jaulas con niños
La realidad siempre supera la fantasía. La realidad de muchos niños en,
Estados Unidos, es que, son encarcelados. El que manda los destinos de los
americanos, ha creído, que las jaulas cargadas de lágrimas, de sufrimientos, de
pobreza, es la manera adecuada para disuadir, a los que van, de una manera
ilegal a su país. El hombre que todo lo puede, que todo lo sabe, que todo le da
igual; ignora el drama de unos niños nacidos en la miseria. Nadie abandona sus raíces
por capricho; ni por tener una estrella en el paseo de la fama; ni por arruinar
a su país de acogida. Los humildes se van para sobrevivir; para dejar de
soñar en diferido; para comer sin preguntarse si será la última vez. Los
humildes no son animales peligrosos, señor que todo lo puede; son almas con
corazón que lloran, en cada, silencio. Tal vez, usted, ha olvidado lo que es
calor de una madre, y por eso, separa a los niños de sus madres. Tal vez,
usted, debería estar una noche en una de sus jaulas.
Ana Tapias( todos los derechos reservados) ©
miércoles, 20 de junio de 2018
Palabras de sombra de la ropa tendida
Las palabras creadas en la sombra, son sencillas, sinceras, tranquilas. No necesitan ser vestidas por tildes, ni mayúsculas; sólo una fina capa que cubre su cuerpo casi, invisible, Escriben en la ropa tendida como si fuera una pizarra de encuentros. Unas y otras, se leen; se aceptan; se respetan. Hasta que llega su adiós, donde se diluyen entre faldas, toallas, y sombreros
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
martes, 19 de junio de 2018
Algo pasa
Algo pasa en una sociedad como la española, cuando en menos de cuarenta y ocho horas dos mujeres son asesinadas y parece que a nadie le importa. La gente camina hacía sus trabajos, envueltos en el aroma del verano; soñando con la playa; bronceando sus sueños de moreno. Pero, al otro de la realidad; descansan, dos vidas, sesgadas sin necesidad, sin venir a cuento, con violencia. Ellas no volverán a asomarse al horizonte; ni recortarán las ofertas del súper; ni venderán sus objetos usados. Ellas, se perderán en el olvido de las mujeres, matadas, por causa de la violencia de género. Engordando las cifras, que a fin de año, alguien contará para hacer balance. Ellas, no deberían haber muerto. Ellas son importantes. Ellas somos todos.
A las víctimasAna Tapias( todos los derechos reservados))©
lunes, 18 de junio de 2018
El discurso de la derrota
Me aburre el discurso de la derrota, que gravita sobre mi ser, cada dia que me encuentro con personas brillantes, que van a las oposiciones y aprueban sin plaza; que va a las oposiciones sin estudiar y aprueban; que van a los trabajos, donde nadie te enseña nunca nada, pero, ellos, ellas, aprenden como si fueran adivinos, adivinas; magos, magas, ángeles. Poseen una varita que los permite siempre brillar a pesar de no tener luz. Siempre están presumiendo, mientras, he de agachar la cabeza y aceptar mi culpabilidad por no ser tan lista, tan brillante, tan espectacular. Asumo mi torpeza, mi imperfección, mi mesura de conocimentos. Ya me he cansado de sentirme derrotada por ellos, por ellas. Lucharé desde mi inteligencia para crear un mundo de iguales.
Ana Tapias( todos los derechos reservados©
La cultura local
En cada provincia, los hilos de la cultura
los mueven las mismas personas, que se perpetúan en círculos cerrados.
Entre ellos se protegen, se cuidan, se miman, se miran en sus espejos, donde se
sonríen siempre. Regentan los espacios de
poder, donde acuden a las presentaciones de sus libros; siempre tachados
en los medios locales como un acierto, como una bendición, como una osadía al
analfabetismo. No suelo acudir a estos actos. Conozco a los intelectuales
provinciales de vista. Me fijo en quienes van a los actos; en quienes abrazan a
la alcaldesa, a la concejala de cultura; en quienes se visten de faralaes para
saludarlos. La elite local no ha de monopolizar los espacios, ni programar
actos sólo para su gremio de seres pensantes. Ha de crear ilusion al ciudadano por ser cultura, y ser participe de ella, pues, entre todos creamos cultura.
Ana Tapias( todos los derechos
reservados)©
domingo, 17 de junio de 2018
Batallas migratorias
A lo largo de la Historia, se han producido millones de travesías por los mares del mundo. La huida de sus países de origen, se debe a la incertidumbre de sobrevivir; lanzándose a la aventura de intentarlo en otros lugares, donde no saben cómo serán recibidos; si vivirán peor que en sus países de origen; si se adaptarán al nuevo paisaje que han de aprender amar. Muchos de ellos, de ellas, mueren ahogados en el mar, donde construirán su monotonía. Auspiciados por el olvido; inmersos en la distancia del silencio; exiliándose de las batallas que libraron; cansados de llorar en el horizonte, que aún no ha aprendido a escuchar sus lamentos. Su nuevo país, donde hablarán con gente sin memoria; desdibujará, con precisión, las fronteras de su identidad.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
La lentitud
Esta
mañana observé, la lentitud. de esta mariquita en ascender a la margarita. Iba
sin prisas; sin acelerar las respuestas; sin atropellar a nadie en su camino.
Subía al ritmo marcado por su deseo en llegar a besar a la flor; que lo
esperaba con entusiasmo; sin hacerse ilusiones sobre las cosquillas que
recibiría; ni los abrazos que perdería si caía a la tierra. Los seres que no
volamos, siempre queremos ser los primeros en todo, y hemos olvidado escuchar a
quienes nos encontramos en el camino. Deberíamos aprender a soñar despacio, con
mesura, aferrados a los segundos de los otros tanto como a los nuestros para así
aprender a convivir, cosa que de momento no sabemos hacer.
Ana Tapias( todos los derechos reservados( ©
viernes, 15 de junio de 2018
Meterse dentro
La mayoría de los días, me metería dentro de un verso, de una flor, de un instante; para olvidar el mundo que me rodea. No entiendo, a quienes no saben escuchar y sólo quejarse. Nunca me quejo de nada, pues sé, que nadie me va a escuchar. Siempre sonrio a pesar de estar triste. Mi tristeza es frágil y austera; no se vende, ni se compra. La encajo dentro de mis pasos y aprendo a vivir junto a ella; incluso nos hemos hecho amigas de tanto escucharnos. No entiendo, a quienes dicen una cosa y actúan en contra de ella. La fidelidad a uno mismo es la clave de la empatía. Aquellos que se traicionan lo harán a los demás. No quiero salir de ese mundo perfecto que sueña con ser imperfecto.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
miércoles, 13 de junio de 2018
La soledad de una flor delante del espejo
La soledad de una flor del espejo, podría ser el título de un poemario. Me he dado cuenta que los poetas tienden a poner sus sentimientos, títulos rimbombantes, que nunca termino de entender bien que tienen que ver con sus versos. Pero, no voy a escribir un poemario, de momento. La soledad de una flor delante del espejo, quiere decir la tristeza, la melancolía, incluso la depresión que llevamos todos dentro de una forma agónica. Esta mañana, como siempre he madrugado, he fotografiado la sombra de una naranja, de una manzana; he desayunado; me he lavado los dientes; he buscado el jabón, me he secado, y he pensado que la vida no es maravillosa, porqué casi nada nos sale como queremos; somos traicionados una y otra vez con indiferencia y premeditación por nuestros amigos; siendo abandonados bajo la luna. Nuestros pétalos, se van cayendo ante la indiferencia de una sociedad que sólo piensa en llegar a fin de mes.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
Ser o no ser margarita o margarito
Ante la duda prefiero ser margarita o margarito. Así todos y
todas, que quiero escribir con la"a", que han puesto de moda nuestras
políticas, podemos ser más vistosas, vistosos. Ya no cuenta eso de ser guapo,
guapa desde el sillón de casa, ahora, hay que trabajárselo: correr, caminar,
compulsivamente, como si el ejercicio nos proporcionará unos glúteos eternos,
un corazón sin colesterol, un tipazo de impresiones inimaginables con el que
impresionar en el jardín, donde acudiremos a pasear al perro, o la perra, bajo la
atenta mirada del vecino, vecina; cotillo, cotilla; que nos pasará el radar del
tiempo, como si por él, por ella ,no pasará. Me voy a cuidar pétalo a pétalo,
pétala a pétala.
Ana Tapias( todos los derechos
reservados)©
Ellos, ellas, los otros
Ellas, ellos, los otros, llegan en barcos
donde sobreviven a una travesía incierta, sin garantías de llegar a puerto. En
habitaciones, sin apenas oxigeno se aglomeran, bebés, niños, niñas, hombres,
mujeres, que anhelan un futuro mejor. Pero, llegan a Europa y molestan a su capitalismo de
fronteras. Son expulsados del consumo. Vagando en el mar entre olas que
los pueden derribar. Caminando, sin espacio, por campamentos improvisados con
grilletes, de donde no pueden salir. Nos da igual marginar sus sueños; así
vivimos más tranquilos; así nuestras calles no se ensucian con sus rostros; así
no pegamos sus lágrimas a nuestro espejo, que ha olvidado llorar. Nos someten
al rito de las pastillas antidepresivas y sonreímos siempre a la adversidad.
Pero, ellos, ellas y los otros. merecen una vida digna, y, Europa, no puede jugar
a ser la madrasta de Blancanieves; ha de
pactar una política común para ayudar a estos seres con corazón, no dárselo al
cazador para que lo mate en el bosque.
Ana Tapias( todos los derechos
reservados(©
martes, 12 de junio de 2018
El paso del tiempo
El paso del tiempo siempre llega, nunca es
eludible, ni permisivo con nuestros deseos de ser eternos; somos efímeros, y
eso se refleja, en el paso de las estaciones sobre nuestro cuero cabelludo, que
se va yendo hacía el territorio de la duda. Sí, todos seremos ataúdes con
memoria, con recuerdos, con besos, con lágrimas, con caricias, con deformidades
Si, todos olvidaremos el amanecer, para entregarnos al ocaso, por eso, es bueno
adaptarnos a las horas y no pedir milagros al cirujano de la realidad.
A mis cinco sobrinos con todo el amor su
de tía.
Ana Tapias( todos los derechos reser,vados)
lunes, 11 de junio de 2018
Sombra del tiempo
Llega un día sin pensar, en el que nos trasformamos
en seres invisibles, como el reloj de mi tío, Esteban; que pronto cumplirá cien
años. Lo descubrí, gracias a los ladrones, que entraron a llevarse lo que no
era suyo. El paso del tiempo, no lo
podrían vender, por eso, lo dejaron encima del cajón. Sacando de nuevo a la
vida, a segundos, minutos, horas, abandonadas en el olvido; cubiertas por
sombras, que permanecen inalterables a los susurros de la monotonía.
Ana Tapias( todos los derechos reservados) ©
domingo, 10 de junio de 2018
Lágrimas de flor
Las flores pasan desapercibidas en
jardines, en cunetas, en bancos, en recodos imposibles de acceder. A veces lloran. Sus lágrimas son imposibles de descifrar; porqué, su lenguaje se desdibuja
rápidamente; se abandona al olvido; se postula para ser efímero, se enquista en el adiós, donde agoniza su melancolía pétalo a pétalo.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
Muerte de una marioneta
Yacemos abandonados a la poética del destino, del abandono, de la huida, de la realidad; en cualquier lugar que sujete nuestro cuerpo; que no busca, soluciones a la nada que lo rodea. Nuestras manos caen al vacío, ocupan lugares sin forma, muerden a fantasmas que los invitan a irse, Nuestros pies caminan sobre el horizonte, sin zapatos, anclados, a la voluntad de quien nos recuerda. Yacemos sin lágrimas, ni dolor, sólo con el grito de la ausencia
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viernes, 8 de junio de 2018
Ministras
Los y las, las y los; nuevos,
nuevas; nuevas y nuevos; ministros, ministras; ministras,
ministros. No quiero pecar de ser políticamente incorrecta, prometieron su
cargo, con un añadido "Mantener el secreto en el Consejo de Ministras y
Ministros". Antes se decía sólo "Ministros". Dejando a un lado la gramática(
siempre aburrida, estricta, monoparental), es la necesidad de que las mujeres
tomemos decisiones, ocupemos altos cargos, dirijamos periódicos, empresas,
bancos; dejemos de soñar en diferido para hacerlo en directo. Este cambio,
empieza por el lenguaje, que sigue anclado en el pasado amarillento,
erosionado, vencido, por un presente donde las mujeres hemos de combatir contra
el silencio, contra la ausencia, contra las dudas, sobre si seremos capaces más
allá de la falda, de los tacones, del maquillaje, de las canas. No
tendríamos que demostrar nada, pero, cada día, nos levantamos y lo hacemos.
Ana Tapias( todos los derechos
reservados(©
jueves, 7 de junio de 2018
La vida dormida
A veces, no nos damos cuenta, pero, llevamos una vida dormida y no sabemos despertar de ella. El sueño, nos obliga a caminar sin parar, a no pensar, a dejar de soñar, a olvidar rápido, a consumir sin necesidad, a buscar caricias en el bosque, a destripar lo que no tiene tripas. Entonces, un día, algo nos invita a bailar con las circunstancias de otro, abrimos los ojos, y descubrimos que la realidad no es lo que soñamos sino lo nos arrebata el viento en su juego de momentos.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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miércoles, 6 de junio de 2018
El maltrato en el trabajo
Segovia es pequeña, uno se encuentra, a menudo, con quien no quiere. A mí, me pasa con una excompañera. Es una mujer mayor, que lleva papeles de un edificio a otro. No muy alta, teñida de rubio, maquillada para eliminar sus imprecisiones estéticas, piernas gordas y cortas. La saludo con cordialidad. Me contesta con soltura, su sonrisa lo dice todo. Se rie de mi. Su ataque no verbal, me duele, acaricia mis lágrimas, se posa en mi recuerdo de cuando trabajamos juntas, y me torturaba su rostro siempre maledicente sobre mi cara angustiada, llorosa, compungida; por no saber defenderme; por no querer contestarla; por no humillarla como ella a mí. Tiendo a perdornar, a no odiar, a vivir en la sonrisa, no en el argumento del rencor. Mi excompañera, es una maltratadora y nunca irá a la cárcel por el daño que me hizo y que me hace. Mi dolor nunca será recompensado, pero si escrito.
Ana Tapias( todos los derechos reservados©
Relatos de poder
En una semana, hemos cambiado de gobierno los españoles. Las nuevas caras de las ministras( en mayoría), de los ministros; se asomarán, desde hoy, a nuestros desayunos, comidas, meriendas, cenas, como si fueran parte de nuestra realidad, marcada por sus decisiones. Hemos de aprender a convivir con sus gestos, aún inmaduros. en nuestro espejo; con sus manías, incipientes, de limpiar lo anterior; con sus intromisiones, jeroglíficas, entre nuestras dudas; con su audacia, atrevida, de escalar hacía nuestro pensamiento; con sus manos, suaves, pegadas a nuestras fotografías del deseo; con su esqueleto, de palabras, difuminadas en nuestros cristales bajo la lluvia. El aprendizaje de ellas, de ellos, tal vez, algún día será escrito por el Ministro de Cultura, en un libro titulado"Relatos de poder"
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
martes, 5 de junio de 2018
Escorzo en el atardecer
El sol dibuja formas que alargan el atardecer, creando escorzos sobre el horizonte. Intento atraparlo bajo mi torpe mirada, que llora al no lograrlo. No sé adónde voy, ni sé si llegaré. No sé quién soy, ni quién fui. Pero, cada anochecer, el sol me deja soñar en un calendario de palabras posibles.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
lunes, 4 de junio de 2018
Tiempo en politica
Es curioso, cómo se sucede el tiempo en la política, donde hay no espacio para el recuerdo. La memoria se desdibuja en los titulares atrasados de los periódicos. El héroe se convierte en villano; el villano en principe de los presupuestos; los presupuestos enmendados por los vengadores; los vengadores en conquistadores del consenso; el consenso en bandera de la España, tricolor, con argumento constitucional. La Constitución horizonte de diálogo, de un país que nunca se entendió a si mismo¿En qué idioma hablarán los nuevos ejecutores de la Moncloa?
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
domingo, 3 de junio de 2018
Conversaciones entre sombras
Las sombras son como las cigüeñas huyen
del ser humano; tal vez, seamos demasiados malos; obligadamente imperfectos;
tercos soñadores, para los seres invisibles que se deslizan a nuestro lado sin
comas; apoyados por los puntos y
aparte; tal vez, en lo más recóndito de su horizonte, hablen entre ellos; se consuelen; se
aconsejen; se besen con el abecedario; como a veces hacemos seres con corazón.
Ana Tapias( todos los derechos reservados))©
sábado, 2 de junio de 2018
Ejercicio democrático
Los matices de la cortesía constitucional,
nos ha regalado a los españoles nuevo
presidente. Su elección, se produjo por una maniobra, hábilmente, ejercitada.
por el PSOE, ante la sentencia del caso Gürtel. La corrupción del PP es
irrebatible, innegable, impredecible. Pedro Sánchez, tuvo los apoyos del PNV, exsocio de los
populares; de Unidos Podemos, la casta obrera; ERC, PDeCAT, independentistas,
que reivindican a sus presos políticos; Bildu, la ETA, camuflada en parlamentarios; Compromis, valencianos independentistas y Nueva
Canarias, quienes apoyaron al PP en su investidura. Un collage de grupos
políticos, que se aliaron en contra del poder establecido, celebrando su victoria como si de nuevo Franco hubiera muerto otra vez. No se engañen así
mismos los que bebieron sidra o cava, nada va a cambiar. Caminaremos hacía la misma rutina, pero, con una cara nueva que nos remiende los sueños.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
viernes, 1 de junio de 2018
Gatos callejeros
Los gatos nunca me han gustado, deber ser por los que conocí de pequeña, en casa de mis abuelos, paternos, en un pueblo de Segovia. Los gatos pasaban hambre durante el día; a mis abuelos, no les sobraba mucha comida para regalársela. Cuando iban mis tíos y mi padre al pueblo, llevaban los restos, de comida, de la semana, para los perros que saltaban emocionados hacía los huesos. Merodeaban por la casa a su antojo, al sentarnos, a comer, en torno a la mesa, rodeaban nuestras piernas."Se tiran a por la comida" decía la abuela, con su voz curtida por el tiempo. Tenía que echarlos fuera, no era capaz de estar tranquila con ellos debajo de mis piernas. Desde entonces los gatos no me inspiran confianza, pero, me gusta fotografiarlos, no me acerco mucho, me puede el miedo. Caminaba por el entorno de la muralla de Segovia, vi un gato de espaldas, quise hacerle una fotografía, le llamé. Al girarse, observé su delgadez. Pensé en que querría comerme. Me miró con ojos de rabia; con ausencia de delicadeza; con agotamiento de hambre y de sed. Me dio pena, este gato, callejero: aislado, sin hogar, contenido de miserias, sin ratas, ni ratones a los que agarrar su cuerpo; que vagaba sin destino, desnutrido, carente de sueños; absorto en una vida entregada a la supervivencia, alejado de las caricias, oculto de las comodidades de una casa con calefacción. Seguí caminando llorando y maullando a la vez.
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