El paso del tiempo, nos va trasformando,
cambiando, camuflando, pasamos por diversas etapas, que nunca son iguales, que
no se sincronizan, que no se matizan; que terminan conminándonos a ser
marcos de silencios, de soledades, de arrugas, encajadas en un cuerpo que cada
vez tienen menos ganas de sonreír; que busca soñar con el horizonte sin
cansarse; que anhela volar hacía el lugar donde se esconde la memoria. Llegamos a una
edad, donde nos convertimos,
en héroes en heroínas caídas que cada día saltan
sobre el adiós.
Ana Tapias( todos los derechos
reservados) ©
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