La vida
pasa tan rápido, que no merece la pena llorar, ni tener enemigos, pero llegan ellos, ellas,
quienes nos arrebatan nuestro
destino; nos rompen el alma; nos socavan el equilibrio. Son los egoísmos, las
injusticias, las dictaduras, y no podemos con nuestros cuerpos y caemos dentro
de las fuentes, heladas, donde olvidamos la alegría, nos volvemos tristeza y así vivimos años
y años sin ser rescatados.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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