He llegado a la conclusión, que para mí
son tan importantes las grandes palabras, emitidas en discursos de gente, que
da conferencias, o sueña con escribir libros en el corazón de los lectores.(Los
libros, han de traspasar todos nuestros espejos hasta dormir en la eternidad),
que la pequeñas palabras, de tres mujeres que me encuentro en mis paseos por mi
ciudad. Luz Divina, es una mujer fuerte, valiente, luchado, que ha
superado un cáncer de ovarios, desde entonces, padece fuertes dolores en el
estómago; siempre que la veo sonríe y no se queja. Soledad, es una
enfermera jubilada, que dedica su tiempo libre a cuidar a los gatos callejeros
de la zona de centro. Va cargada con pienso y botellas de agua. Padece de
vértigos, pero, cada día, acude a la llamada de los gatos. De Concha, sé
menos. La conozco de coincidir en la fotocopiadora. También, ha pasado un
cáncer y sale a pasear, muy abrigada. Los domingos, se acerca hasta el
cementerio a visitar a sus padres. Sus pequeñas palabras, hacen que mi vida
adquiera sus vocales, sus consonantes, su abecedarios, que inundan mis paseos
de sustantivos, de adjetivos, de verbos, que nunca se rendieron ante la
adversidad
Ana Tapias( todos los derechos
reservados) ©
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