Hoy, el día de tu partida hacía nuestros
corazones, no quiero perder la memoria, para no te vayas del todo. Cada día, te
veo sentada en el lugar de tu sofá, que nadie ha ocupado, por miedo a que seas
solo una fotografía ; por el deseo, de verte, aunque seas invisible; por la
necesidad de abrazar tu silencio; por la obligación de respetar tu soledad.
Cada día, te busco, en cada, rincón de la casa, para que me abraces, para que
me consueles, para me digas “Que todo irá bien, que no llore", pero tu
respuesta es ausencia, y sigo llorando.
Con todo mi amor, a mi abuela Encarnita
Heredero Sanz, en su 13 aniversario.
Ana Tapias( todos los derechos reservados) ©
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