lunes, 25 de marzo de 2019

Llorar al recuerdo

Con los años, uno aprende a no llorar en público, a ahogarse en el silencio, a escribir en la soledad de los objetos de nuestros muertos, que no tiramos por temor a perderlos para siempre; porqué resucitamos la felicidad al abrazarlos; porqué querer creer que vivieron a pesar de nuestro olvido.  Hoy, vi el vestido de mi abuela, Encarnita, que hace trece años que nos dejó huérfanos de sonrisas, y me ahogué en un mar recuerdos, de donde sé que nunca volveré
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

No hay comentarios:

Publicar un comentario