Caminar no es fácil, exige, equilibrio interior;
sospechas de no caerse; decisión de continuar. Nuestros pasos han avanzar pese a
los baches, que circundan la acera; porqué, necesitamos abrazar a nuestro destino,
sin dudas, ni vacilaciones, ni lágrimas;
porqué, hemos de atravesar rostros sombríos, lúgubres, toscos; porqué, somos
personas que a pesar todo aman caerse y levantare. Por eso, aún con nuestro
cuerpo cubierto de cicatrices siempre caminamos
Ana Tapias( todos los derechos reservados) ©
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