miércoles, 6 de marzo de 2019

Esperas

Hay esperas, que se hacen eternas. Sobre todo, si acabas de perder el autobús por un minuto, y el siguiente, no pasa hasta dentro de cuarenta minutos. Esos 2.400 segundos, se convierten en una tortura, lenta, desasosegada, octogenaria; por  querer estar  en un sitio, y tener que sobrevivir en otro; donde las personas van y vienen tan rápido, que no  da tiempo a amarlos, ni a odiarlos; donde los objetos, se olvidan tan pronto ,como el silencio de la esperanza que siempre huye; donde las sonrisas y las lágrimas, se tergiversan en las papeleras, repletas de sueños truncados; donde, la imaginación vaga entre los restos de nuestras guerras. La vida, a veces, se entiende en el asiento de una estación de autobús.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
©

No hay comentarios:

Publicar un comentario