La abuela Encarna una de las cosas que nunca dejó de preguntar fue ¿ Es jueves?. El jueves se celebra el mercado donde compraba. Se acercaba al puesto de la fruta de Luciano tocaba toda la fruta y decía" que sea buena". Le encantaba ir de un puesto a otro. Conocía a todas las vendedoras, y siempre le saludaban, ella sonreía hasta que dejó de hacerlo.
La abuela Encarna disfrutaba de sus mañanas de jueves como de sus mañanas de viernes, cuando venía " la Gloria" a casa peinarla. Gloria es un mujer dicharachera, y charlatana, pegada su secador de mano. Gloria ha dejado de peinar, para mi siempre será " la Gloria".
Ir al mercado y peinarse eran las adicciones de mi abuela para seguir soñando que era joven.
Hoy día de mercado me he acordado de ella al pasar mi mirada por la fruta, que ella hubiera tocado. ¡ Ella sí sabia comprar! . A mi me queda la melancolía de su tacto en mis lágrimas.
La abuela Encarna disfrutaba de sus mañanas de jueves como de sus mañanas de viernes, cuando venía " la Gloria" a casa peinarla. Gloria es un mujer dicharachera, y charlatana, pegada su secador de mano. Gloria ha dejado de peinar, para mi siempre será " la Gloria".
Ir al mercado y peinarse eran las adicciones de mi abuela para seguir soñando que era joven.
Hoy día de mercado me he acordado de ella al pasar mi mirada por la fruta, que ella hubiera tocado. ¡ Ella sí sabia comprar! . A mi me queda la melancolía de su tacto en mis lágrimas.
Con todo mi amor a mi abuela.
Ana Maria Tapias Garcia.
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