Escribir un adiós aunque sea lejano siempre es dificil. Leí libros de Manu Leguineche, admiré su valentia como reportero de guerra, y entendí que bajo sus gafas se escondía un hombre valiente que quiso que las injusticias no se olvidarán. Un hombre que andaba como paloma de la paz y cuya voz es eco de las balas en sus palabras.
Descanse en paz.
Con toda mi admiración hacia él.
Ana Maria Tapias Garcia.
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