Hoy es 12 de Enero y hace 27 años que murió uno de mis abuelos, sé dónde esta enterrado, cómo murió y fui al cementerio a saludarle. Pero hay otras nietas cuyos abuelos yacen olvidados en fosas, fosas de la memoria. Fosas como las del cementerio de Málaga con 4.571 víctimas de la guerra. Esqueletos que aparecen como fantasmas de una guerra que nunca debió ocurrir.
No soy partidaria de resucitar rencores ni odios, si de reciclarles para que las víctimas tengan su espacio de dolor, espacio para llorar, como todos lloramos a nuestros recuerdos.
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