Muchas veces somos conductores de autobus y otras simplementes pasajeros. Si somos conductores todos nos observan y critican. Me parece de idiotas juzgar a las personas, como si fueramos dueños de la moral. ¿La moral de un presidente se juzga por si está casado o tiene dos amantes? El serial francés de Hollande me es indiferente, no creo que nadie deba ser inquisidor. Hay que respetar la vida de quienes conducen. Hay que alejarse de la somnolencia del pasajero y diferenciar el paisaje de la luces de cruce.
Ana Maria Tapias Garcia
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