Voté por correo el sábado, la campaña no me afecta. Anoche convencí a mi sueño que esperara una hora a que viera el debate a cuatro, pero, caí en una profunda narcolepsia. He soñado con las posturas y ademanes de los cuatro candidatos. Rajoy, el presidente en funciones; atacado una y otra vez. Sanchez, el hombre forzado por su partido a no pactar con Podemos, que tal vez hubiera sido su anhelado deseo. Ribera, el delfín de ambos, que no se define entre la izquierda desvaída, desfallecida, agonizante; ni la derecha acuchillada por la corrupción. Iglesias, el luchador descamisado, que proyecta reformas, subir el salario mínimo, bajar los impuestos, no expulsar a los desahuciados de sus casas. Los candidatos son aconsejados por sus equipos, el voto de los indecisos puede decidir su continuidad en la política, o su descenso a otro puesto de trabajo. Todos ganan, pero, todos perderemos, sino se ponen de acuerdo para gobernar un país inmerso en una profunda crisis.
Ana Tapias
No hay comentarios:
Publicar un comentario