Corea del Norte está perdido entre China y Rusia; su geografía, nos invita a hacer turismo militar. Su máximo dirigente, es un hombre muy apañado, sin flequillo( el peine es clave para la soberanía). Sus cualidades de dictador de vacaciones, a un país sin salida; las resalta, encumbrado, en la cima de un balcón; desde donde, disfruta viendo del paisaje: una plaza, con edificios que son soldados, quienes desfilan, sin pausa, al ritmo de su mirada, enquistada en misiles, que apuntan hacia Occidente. Corea del Norte, está destinado a turistas, que busquen dictaduras en estado puro.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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