Klimt no es uno de mis pintores favoritos, al mirar sus obras, no logro ser parte del cuadro, meterme en sus distancias, en sus colores, en sus pinceladas. Así, "El beso", se representa ante mi fantasía, que es donde crecen las imágenes, en penumbra de empatía, desdibujado, en el seno de una alcoba, que desprende luz de la colcha, en la que no puedo entrar, por miedo a que me muerda la indiferencia. Tendré que seguir descifrando sus pensamientos, hasta que sea capaz de interpretarlos.
Ana Tapias( todos los derecho reservados
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