No era bastante con ser una, que espiando a mi sombra, descubro que soy dos. Me quedé paralizada, pero, feliz al saber que era capaz de multiplicarme sin ser madre. Mi existencia, mi analfabetismo del futuro, han cobrado un nuevo sentido, todo encaja en mi puzzle del sentimiento. Hay días, que no sé dónde esconder mis lágrimas; que cuentan con otro yo, para caer sin miedo al vacío de mi esperanza.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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