Un suspiro de ira, se apodera de mi cuerpo, cuando encuentro estornudos de plástico sobre calles, jardines, fuera de las papeleras. Me agacharía a recogerlos, pero no lo hago, sigo mi camino con mis lágrimas malversadas en la contaminación del planeta, que está produciendo desfases en las estaciones, que ya nunca volverán a ser como antes; donde la nieve, caía, poco a poco, sin ira, a lo largo de noviembre, diciembre, enero, febrero; donde la lluvía, besaba la tierra a largo de los dias sin inundar las almohadas; donde el frio no se revestía de soledad sino de chimeneas que contaban cuentos; donde el calor no producía cáncer, sino señales de haber ido al campo a trabajar. La contaminación nos dibujará a humanos en el futuro cubiertos de bolsas, para camuflarse y adorar al nuevo sol.
Ana Tapias(todos los derechos reservados)
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