miércoles, 23 de mayo de 2018

Sombra de marioneta



¿Quién no se ha sentido en la vida marioneta cuyos hilos movía el destino?  Es difícil caminar sin caer. Lo bueno de tropezar, es levantarse. No siempre es fácil, pues, nuestro cuerpo tiembla, llora; se tambalea; se desajusta de la rutina; se acompleja dentro del horizonte de lágrimas. Todo parece irreversible, pero, alguien te da la mano; te invita a seguir su mirada azul, brillante, sin miedo; y con  ella, uno se levanta, empieza a caminar olvidando su sombra de marioneta; despacio, observando las distancias; cuidando las palabras; aseverando el frio con el calor de la manta de cariño, que esa mirada azul, que es nuestro espejo nos guiará hacía la felicidad, de ser nosotros mismos sin el destino.
 A mi amiga Sara G de Pablos con cariño
Ana Tapias( todos los derechos reservados) ©

No hay comentarios:

Publicar un comentario