Somos manzanas aisladas, mojadas, decapitadas, bajo la lluvia de la técnica, que nos ampara en la red; donde compartimos nuestra soledad. En la vida real, no somos escuchados por casi nadie. La gente habla sobre ellos; trafican con su droga de abandonos, de abusos, de interferencias del destino. Callamos ante tanta queja, mientras nos ahogamos en la nuestras; tan tristes como las suyas. Necesitamos crear distancia con nuestro dolor, y por eso, tal vez lo confiamos online más que a nuestros amigos.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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