Dos margaritas esperan que el viento. se lleve sus pétalos, para desnudarlas de sus afectos, y olvidar el deseo de sentirse escuchadas, que es la clave del afecto. Palabra descuidada por la mayoría, Pensamos que lo tenemos todo ganado por nuestra altura mayestática; por nuestros ojos elocuentes; por nuestros brazos armados; por nuestras piernas musculosas; por nuestro pelo sedoso y suave; por nuestra simpatía a prueba de nostalgias diversas. Pero no es así, el cariño es una lucha, dia a día, en duelo contra la rutina; de de lo que no hicimos por cansancio; de lo que no dijimos por la verborrea del silencio; de lo que no supimos interpretar por miedo a agotar nuestro miedo; de lo que dejamos que se llevara la lluvia sin preguntar. El tiempo derrota siempre la espera como a las margaritas.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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