domingo, 19 de abril de 2020

Agonía de una forma vida


No sé, si después de pasar a esta pandemia, que nos ha confinado en casa;  que nos ha obligado a vernos por teléfonos, por tabletas, por ordenadores; que nos fulmina la cercanía; que nos impide pasear sin mascarillas, volveremos a ser los mismos.  Ayer, al entrar en el ascensor con la compra, el vecino, mi vecino, de toda la vida, se separó de mi un metro, para hacer lo establecido, para seguir las nuevas normas, para evitar que nuestros cuerpos se juntaran en un mínimo espacio y hablar sobre el tiempo. El virus, maldito virus, irremediablemente, ha cambiado nuestra forma de vida, de sentir, de amar, de formar parte de la sociedad. Tal vez, pronto lo superemos y no nos intimide el contacto humano; o tal vez, nunca volvamos a ser los de ayer, y estemos viviendo una lenta agonía de nuestras costumbres.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

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