sábado, 18 de abril de 2020

Comprar con distancias

Antes del Coronavirus, en la tienda, éramos todos iguales, ahora somos todos diferentes. Somos sospechosos; somos delincuentes; somos agentes propagadores de un virus, que nadie, sabe de dónde ha salido; que nadie, conoce cómo eliminar; que nadie, intenta abrazar; por eso, los carros son llenados  por manos invisibles;  por eso,  las mascarillas atascan las palabras; por eso,  el dinero se vuelve perezoso dentro de  los bolsillos;  por eso, la cajera lleva guantes de metal; por eso, los alimentos caminan bajo la orfandad de las ciudades, hacía hogares, donde el miedo contagia hasta la esperanza.



Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

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