Poco a poco me he acostumbrado a añadir está palabra a mi diccionario y ver rostros desahuciados.
Rostros multiplicados en el silencio de unas vidas que a nadie parecen importarles. La vida de Antonio Delgado un sevillano de 52 años desahuciado por no poder pagar la casa de alquiler donde vive.
Rostros multiplicados en el silencio de unas vidas que a nadie parecen importarles. La vida de Antonio Delgado un sevillano de 52 años desahuciado por no poder pagar la casa de alquiler donde vive.
No hay derecho que mientras otros roban y no devuelven el dinero, los pensionistas, parados, deban pagar por ellos. La cárcel no es para los que roban. Cuando salen de ella tienen sus cuentas llenas de desahucios. La cárcel es para quienes nada tienen y se encuentran encarcerlados entre la miseria. Miseria de una sociedad que ha de decir No a los desahucios.
Ana Maria Tapias Garcia
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