Ayer como manda la tradición Segoviana comí las sopas de ajo, en la víspera de la fiesta de nuestro patrón San Frutos. A las doce la noche cada año se produce el milagro y el Santo pasa la hoja del libro que tiene en sus manos y tras el paso de está comimos las sopas de ajo. Sopas de ajo que dan calor a nuestros cuerpos desgastados por el frio y la lluvia. Me gusta a ver a mis paisanos conservando nuestras tradiciones. Nuestras tradiciones somos nosotros y nuestros antepasados. Antepasados que bailaron la jota con nuestros pies y ahora la bailan en nuestros recuerdos. Las tradiciones no marcan diferencias entre el pasado y el presenten, lo igualan y por eso las necesito para sentirme parte del ayer y parte del hoy.
A todos los segovianos en el dia de su patrón
Ana Maria Tapias Garcia.
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