He trabajado en la Biblioteca como auxiliar, tengo buenos recuerdos de los usuarios. Me encantaba que me preguntarán qué libros podian leer. En la Biblioteca Pública de Ávila un hombre me preguntó un libro para su mujer, y creo que le recomendé a Isabel Allende, unos adolescentes un libro de teatro para representar en el colegio, no recuerdo que dramaturgo les aconsejé. A quien más cariño guardo de Ávila es a Adela. Adela era un mujer mayor que iba a Internet rozará los 80 años. La ayudé a usarlo, y las navidades pasadas recibí un correo suyo que me llenó de lágrimas.
A veces el trabajo en la biblioteca te regala a personas cuyo corazón te agradece tu entrega y tu dedicación.
A veces el trabajo en la biblioteca te regala a personas cuyo corazón te agradece tu entrega y tu dedicación.
Los Auxiliares de Biblioteca son como los bomberos, deben apagar el incendio de la necesidad interior que es la búsqueda de la verdad. Búsqueda que se encuentra en libros desordenados en las estanterias. Estanterias que son nuestro yo. El yo atascasdo en otros libros.
Ana Maria Tapias Garcia.
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