viernes, 18 de octubre de 2013

Llueven hojas y castañas

Es díficil caminar debajo de los árboles, parecen metralletas que escupen balas. Las castañas caen al suelo con violencia, es mejor no pasar cuando caen. Caen con decisión y valor. El valor de su suicidio. Es como las hojas se suicidan provocando una lluvia de ellas. Una lluvia que protege a los jardines de la soledad. Los niños ya van al colegio y no pueden jugar en ellos. Los niños olvidan rápido la felicidad de acariciar con la mirada los árboles llenos de hojas. Los niños olvidan rápido como en verano cazaban hojas verdes. Los niños olvidan y los mayores hemos de protegernos de las balas.
Ana Maria Tapias Garcia.

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