lunes, 7 de octubre de 2013

El horror que desprenden algunas imágenes

Ayer cuando regresaba de abrazar el atardecer. entré en una iglesia a ver una exposición de pintura, pintura religiosa a la que apenas miré. Mis ojos se desviaban a las imágenes colocadas sin sentido. Imágenes de un Cristo crucificado sufriendo, de un Cristo vestido de morado con la mirada perdida en el suelo y llorando, santos con caras crueles sometidas al destino, columnas barrocas doradas retorcidas hacia la nada. El horror y la crueldad de esas caras me llevaron a pensar en aquellos que las veían cuando las hicieron. El miedo se apoderaría de ellos. El miedo que infundía el otro mundo. Otro mundo inventado por la Iglesia. Alguna vez me gustaría ver las imágenes de los católicos riéndose y sintiéndose felices, y no llorando como si la vida  fuera sólo un valle de lágrimas cuya única esperanza es morir. 
Ana Maria Tapias Garcia.

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