martes, 30 de abril de 2019

Ravensbrück


Hace años, leí un libro sobre las mujeres en el campo de concentración de Ravensbrück, y pensé que no podría terminarlo, por el sufrimiento que desgarraba la memoria de la II Guerra Mundial  pero lo acabé  por ellas; quienes,  fueron torturadas, masacradas, eliminadas. Hoy, me vuelvo a reencontrar, con Ravensbrück, en un artículo. Sé que estoy preparada, para asumir,  la tragedia, de aquellas mujeres, que se vieron abocadas al dolor extremo, a  manos, de unos hombres, de unas mujeres, sin empatía; que usaban su rabia, su odio,  su ira, contra ellas;  que nada, pudieron hacer, para salvarse de su cruel destino, que nunca fue reparado;  que siempre debe ser recordado;  que ha de ser acariciado;  para que, al menos, sus almas, que vagan que, por la Historia, piensen que sus vidas fueron importantes, necesarias, decisivas para un presente,   que no ha de repetir la venganza que ellas soportaron con estoicismo, sin lágrimas, con la dignidad de las heroínas, que nunca mueren en la mirada.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

lunes, 29 de abril de 2019

El atardecer


 El atardecer, despierta  la vida a la noche; ese submundo, donde nadie, es lo que parece, ni nada está en su sitio; donde el orden, se pierde bajo las farolas que nunca dan suficiente luz, para que los parpados, se olviden de existir; donde la monotonía, adquiere tintes de indiferencia; donde, se dejan  querer las sombras que durante el día deambulan sonámbulas por los caminos; donde, el yo y el tú, se vuelven nosotros en una manta sin apellidos, sólo con seudónimos; donde, volar bajo las estrellas se convierte en la necesidad del descanso. El atardecer muere sin llanto, hecho a su despedida, reconvertido en pasado.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

Lo no dicho

Hay días, que las palabras se quedan en el aire, bailando con la sensibilidad. Hay días, que los sonidos besan al horizonte, lentamente, con ternura, para ser ecos del corazón. Hay días, que la belleza se condensa en unos ojos, azules, cargados de amor, que suspiran sin preguntar. Hay días, donde sobran los alfabetos, y, abunda el sentimiento. Hay días, donde el tiempo se para en el silencio.
A Felipe, por regalarme sus silencios

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domingo, 28 de abril de 2019

El silencio

El silencio habita en nosotros, nos puebla, nos intimida, nos vence tantas veces, que  hemos perdido la cuenta de la necesidad de mascullar; de hablar  a media voz;  de gritar  con el corazón en la mano;  de ser parte del universo, y para eso hemos de recurrir  a las palabras, aunque estén escondidas debajo de la sombra.
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sábado, 27 de abril de 2019

El olvido




Nunca podremos vencer al deseo de dominar del tiempo, que siempre nos derrumba, nos aprisiona, nos abandona al otro lado de las manecillas del reloj;  donde los minutos, han perdido el sentido, han descuidado la obligación, han permitido ser parte de la nada, que margina la memoria, que  se  transforma en olvido.

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viernes, 26 de abril de 2019

La belleza de lo posible



Estas margaritas, son tan bellas como cualquier puesta de sol sobre el mar o sobre la montaña, pero, permanecen escondidas de la mirada que yace.abandonada entre los humos, que contaminan nuestros deseos de abrazar el horizonte, que siempre espera la caricia de las tenues margaritas.
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miércoles, 24 de abril de 2019

Gotas de lluvia

Caen lentas, dulces, armoniosas, dejándose llevar por su música interior, que las  lleva a bailar en espacios mínimos; a acariciar el equilibrio de la ternura; a obviar  la oscuridad del anhelo; a pasearse entre circunstancias adversas; a negar a los paraguas. Caen sin saber, que son importantes para nuestras lágrimas, que se desnudan junto al sentimiento de las nubes, esas extrañas aliadas de nuestra alma.
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Lo que nos queda

Lo que nos queda después del adiós, son charcos  que alguien pisa, olvidando nuestras lágrimas; besando nuestro abandono; despistando a nuestro sentimiento, que vaga sin rumbo entre el recuerdo y la melancolía de un tiempo pasado que se desdice de sus palabras.  La soledad domina el latido decaído, que ya nunca volverá a ser el de antes.

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martes, 23 de abril de 2019

Circusntancias

Tal vez, nunca entendamos la vida, ni a las personas que nos rodean, pero hemos de intentarlo, cada día; bajo la lluvia, desde el sol, con paraguas, sin sombrero, con zapatos, descalzos. Hemos de ser parte del todo que nos rodea, que nos envuelve; pese a las dudas, que nos inviten a olvidar, a ser uno, a no participar, a refugiarnos en la soledad, siempre compañera nunca amiga. La vida es, un pequeño puzle donde  sentir a los demás como si fuéramos nosotros.

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lunes, 22 de abril de 2019

Momentos



Inmersos en nuestras propias preocupaciones; en nuestros devenires interiores; en nuestros ajustes de ánimo, es complicado mirar hacia los demás, pero, el día de Viernes Santo, mis pupilas se fijaron en dos realidades diferentes, unidas por el dolor. La primera, fue una pareja. Me llamó la atención, esa lágrima,esquiva,que corría por el rostro de él, al ver a la virgen en la catedral. Giré mi cabeza, su mujer, llevaba un pañuelo en la cabeza. La reconocí, se llama, Isabel, coincidimos en un curso del INEM, hace muchos;  ahora, tiene cáncer.  La segunda, fue un matrimonio con su hija de unos, doce años, en una silla de ruedas. Se puso a nuestro lado, para ver pasar la procesión. La hicimos un hueco, para que pudiera formar parte de la vida cotidiana. Desde su silla, sacó su móvil e intentó hacer fotos a los pasos; a los capuchones; a la lluvia que caía del deseo de sus padres para que su hija fuera feliz.  Las dos realidades me emocionaron, me posaron junto a su lucha, al lado del su no  pereza por lograr la victoria al paso del tiempo.
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sábado, 20 de abril de 2019

Venezuela olvidada

Venezuela, vive en permanente duelo; que aprende a sobrellevar el dolor, la perdida, el adiós de muchos de sus habitantes, solo hay que asomarse a las fotografías de sus hospitales, donde los enfermos permanecen olvidados en camillas, en medio de una carestía de  medios, como si estuvieran en las cuevas de los neardentales. Es ilógico, que un país con tantos recursos naturales, descuide a su población, quien agoniza, lentamente, ante la indiferencia de un presidente. ilegítimo, que parece que gobierna para unos pocos, no para la mayoría; que yacen, sin rumbo, por las calles buscando una salida sus famélicas existencias, depauperadas por la intransigencia de una dictadura. Alguien, debería hacer algo para que los, venezolanos, vuelvan sonrerír, pero, nadie se atreve a dar el primer paso por miedo, a involucrarse en una guerra, inncesaria, para sus inteseses, siempre a salvo en cómodos hospitales con anestesia para mirar hacía otro lado.
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jueves, 18 de abril de 2019

Penitentes

Asusta,  ver cómo hombres y mujeres, algunos descalzos, , cargan con cruces, que pesan más que su cuerpo, que pueden derribarlos en cualquier momento, que son una carga añadida a la animadversión del tiempo, que erosiona aún más sus almas deterioradas, vencidas, esculpidas por el dolor. Y uno se pregunta ¿Qué hicieron, para llevar esa cruz? ¿Qué pecados tienen que ser perdonados?¿ Qué destino los ha dejado ante el calvario? Los penitentes, vierten lágrimas sobre nuestras conciencias, también adúlteras, que cargan con otras cruces en silencio.
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La fe en el recuerdo

Hace mucho tiempo, que perdí mi fe, que nunca logré entender que era; ni cuando, me preguntaban las monjas o curas, en los ejercicios espirituales, a los que me tenía que someter." Es algo que no se ve", contestaba, inocente, ante la mirada del cura ,asilado, en la fe del compromiso. Mi cuerpo, acabo agotado, de mis años escolares en un colegio de monjas de Segovia; donde sufrí acoso escolar de mis compañeras; quienes, se arrodillaban a mi lado, se confesaban antes que yo,  y, comulgaban en silencio como yo. Tal vez, fuera entonces, donde dejé de creer, en ese ser que no me protegía;  en ese ser, con el que intentaba comunicarme sin respuesta; en ese ser, que sufrió tanto para salvarnos de un mundo, que seguía matando, asesinando, torturando a los débiles; en ser, que me obligaban a entender. En mi madurez, entro en las iglesias, busco un banco donde sentarme, y rezo  a la fe de mi recuerdo, esa que se tambaleaba entre la duda y la certeza
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LLueve


La lluvia, nos invita a forma parte de los charcos;  a nadar en  silencios acuosos; a bucear dentro de   soledades que lloran, que nos acompañan, cuando las nubes hablan; cuando caen del infinito al finito; cuando la rutina se vuelve paraguas; cuando el gris olvida el color; cuando la nostalgia se convierte en recuerdo; cuando la ternura no es una utopía para protegerse del sol. La lluvia, nos ayuda a no perdernos dentro del horizonte.
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miércoles, 17 de abril de 2019

La confusión


Nada ni nadie somos lo que parecemos, bajo la apariencia frágil, se esconde un depredador de momentos; bajo la apariencia agreste, habita un soñador de fuegos artificiales. A pesar, de no saber, de no intuir, de no acertar, casi nunca, quién se refleja en el  espejo, seguimos amando dentro de la confusión, ya que, la soledad no habla, no escucha, no se detiene al lado de nuestra sombra, tan solo nos invita a olvido.
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martes, 16 de abril de 2019

Ser feliz con una bolsa de plástico

A veces, es necesario despojarnos de todo y buscar lo mínimo, acceder a esa parte de nosotros ,que solo necesita de un instante, de una cosa, de una realidad para ser feliz;  para no anhelar, viajar hacía otros espacios donde sentirnos a salvo de la muerte, que es al fin y al cabo, la única que domina nuestros pasos, nuestras palabras, nuestra música interior;  que nos abandona en una bolsa de plástico, para huir, para volar, para ser parte del aire sin contaminar.
Ana María Tapias( todos los derechos reservados)©

lunes, 15 de abril de 2019

Fuego de la memoria


La Catedral del viejo Paris, ardió ayer sin pedir permiso a la historia.  El fuego,  ha devorado la memoria, de aquellos, que vivieron en Notre Dame. Sus cuerpos, han quedado reducido a cenizas; sus almas vagan, inciertas, por las bóvedas semiderruidas; su fe no puede comulgar en el altar inhabilitado; lloran pensando que no existieron, que toda su lucha fue inútil, que tal vez, las llamas, los devuelvan al universo, donde se perderán en un laberinto de agujeros negros. La vida se parece más a la madera que a la eternidad.
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domingo, 14 de abril de 2019

Perspectivas

La vida, como todo es cuestión de perspectivas. El lado malo de nuestra supervivencia, es, desesperanzador,  pero, siempre podemos cambiar el rumbo de nuestros ojos, para alcanzar el lado bueno;  ese que. sonríe debajo de nuestras lágrimas; ese que,  bucea entre los corazones buscando la ternura; ese que, lucha a favor de la justicia entre las balas de la indiferencia; ese que, canta bajo la lluvia sin paraguas; ese que desafía el sentido común sin pestañear; ese que, olvida que el sufrimiento está al otro lado de la sonrisa. Por eso es necesario conocer la perspectiva, para no caer en la derrota.


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viernes, 12 de abril de 2019

Compañeros de silencios

Hay veces, que caminamos junto a desconocidos, que se parecen a nuestras sombras, cuando nuestros amigos  nos hacen dudar de sus huellas dactilares sobre nuestros sentimientos;  cuando nos responden con preguntas a nuestros interrogatorios de empatía; cuando nos acarician desde su venganza; cuando nos escupen con su indiferencia;  cuando nos invitan a ser otros, para parecernos a ellos. Entonces salimos a llorar, nos cruzamos con otras miradas, que nada nos reprochan, y sin querer, se convierten en compañeros de nuestros silencios.

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jueves, 11 de abril de 2019

Melodías del recuerdo

Somos importantes mientras existimos, luego nos convertimos en fotografías, envueltas en el detergente del destino. Somos lavados, devorados, incrustados por el hoy.  Nuestras palabras, yacen postradas bajo el abandono. Nuestras voces, se pierden entre los ecos de los vivos. Nuestros cuerpos, envilecen en espacios donde no podemos estirarnos. Nuestra imaginación, se funde con el recuerdo, donde una melodía susurra entre ruidos del silencio
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Marcos de otra realidad

Siempre he  soñado, que dentro de los charcos existía otra realidad; donde tal vez, pudiera bucear, cuando la monotonía me fuera adversa;  para acariciar mi silencio; para hablar  con mi soledad; para cantar afónica; para luchar desde mi incertidumbre;  para amar  sin distancias; para equivocarme desde mi imperfección. Pero, nunca, me he atrevido a saltar a las zonas abisales de los charcos, por miedo  a no saber regresar.
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miércoles, 10 de abril de 2019

Cosiendo la vida

La vida, la nuestra, la de ellos, se compone de soledades y de silencios. Hemos de aprender a empatizar con sus éxitos, a saborear sus derrotas, a besar la lentitud de sus  abecedarios, a convivir con sus despistes, a soñar con su cuerpos desnudos de lágrimas, a caminar junto  sus sonrisas, a imitar sus manías, a desprendernos de sus pecados, a olvidar sus tristezas, a sincerarnos con su alma delante del espejo. Pero no es fácil, por eso, tantas veces, nos pinchamos con la aguja del adiós



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viernes, 5 de abril de 2019

La nieve


Hoy ha nevado sobre Segovia, resucitando en mí,  sensaciones de antaño, que saco del armario de los recuerdos, cuando vuelvo a ser aquella niña, cuyos pies se congelaban.  Mi abuelo, materno, miraba la nieve acumulada en el tejado de enfrente. Era exuberante, gorda, obesa;  daba miedo, pensar que pasaría si caía sobre algún vecino, despistado, que circulará a esa hora de la mañana por la calle “Le aplastaría, seguro", pensaba desde mi estatura de inocencia. Mi abuelo, iba a buscar el recogedor azul, no sé por qué no he olvidado el color, o tal vez, me lo inventé, para quitar la nieve del balcón de su dormitorio. Permanecía a su lado, vigilando los movimientos, de ese hombre calvo, tierno, bueno;  al que aprendí a llamar abuelo, que se deshacía, lentamente bajo su cáncer.  El día de su muerte , nevó, y sus manos. cogieron mis lágrimas, blancas, e hicieron un muñeco de nieve con sus recuerdos.
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Con todo el amor del mundo a mi abuelo Leoncio, que un dia me dijo"No me olvides", 

jueves, 4 de abril de 2019

Equivocarse


Somos las principales, verdugos y víctimas, de nuestras equivocaciones, que siempre nos acompañan, nos vigilan, nos acosan en las dudas.  Estamos obligados a no caer en la derrota de los otros; pero es inevitable, no acertar ante una realidad que nos desborda, que nos obliga, que nos conmina a seguir el mismo camino que la multitud sedienta por llegar el primero.  La vida es caer y levantarse,  y, si puede ser, acompañados por una sonrisa, porqué no es bueno que el destino nos sorprenda llorando.
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miércoles, 3 de abril de 2019

Calcinar el ayer

El ayer, tiene motivos y consecuencias, que nos afectan.  El ayer nos fulmina en cualquier momento,  nos culmina a ser otros, a ser aquellos que fuimos, a ser los que no volveremos, a ser olvido dentro de los que nos precedieron. Nuestros muertos no nos recuerdan, ni nos lloran, ni nos acarician en las soledades, que nos persiguen en cada amanecer. Nuestros muertos calcinados nos conducen al mañana.

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Pequeña emoción

Caminaba ajena a las amapolas, el anuncio de tiempo frio, en Segovia, me hizo creer que las florecillas se helarían, y no querrían salir hasta que el sol las enamorará de calor. Miraba a las personas mayores, cómo caminaban mujeres con mujeres, con  hombres con hombres, en  parejas, solo; con bastón, sin bastón, con dos bastones. Admiraba su fuerza, su voluntad, su tesón, por querer seguir viviendo a pesar del dolor, de las dificultades, de las despedidas que sufren en su monotonía. El sol, aún estaba muy alto para despedirse, casi tapaba mi rostro, vencido por levantarse tan temprano. Mis ojos querían llorar por algo, o por muchas cosas que nunca me salen bien, hasta que apareció la primera amapola que veía este año. Fue un momento pequeño, cargado de emoción, sonreí, nadie me vio. Soñé con que todo es posible, hasta las amapolas en un día de primavera, frio, hostil, ventoso
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El tiempo

Los relojes permanecen  enquistados dentro de la monotonía,  hasta que se duermen para permanecer  invisibiles detrás de sus manecillas, agotadas, agónicas, extenuadas en un día; que se conservan dentro de los sudarios de la memoria, los cuales no hablan, no gritan, no lloran, no sufren,  no sienten;  solo besan lo que soñaron ser.
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martes, 2 de abril de 2019

Planchar recuerdos


El recuerdo siempre vuelve,  nunca se desvanece, aunque parezca olvidado detrás del horizonte. El recuerdo son, viejas, fotografías, que hemos de planchar, para alisar cuerpos doblados sobre los ataúdes; que se descomponen en nuestra memoria, hasta convertirse en hilos, de los que tirar para llegar a lo que fuimos;  para abrazar la felicidad;  para soñar con la utopía;  para amar sin asesinar al dolor; para sentir que la vida es maravillosa; para cantar sin escrúpulos a la esperanza; para descontar lágrimas sin llorar. El recuerdo es un abrazo que no hemos de perder.
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