Hay veces, que caminamos junto a
desconocidos, que se parecen a nuestras sombras, cuando nuestros
amigos nos hacen dudar de sus huellas dactilares sobre nuestros
sentimientos; cuando nos responden con preguntas a nuestros
interrogatorios de empatía; cuando nos acarician desde su venganza; cuando nos escupen con su indiferencia; cuando nos invitan a ser
otros, para parecernos a ellos. Entonces salimos a llorar, nos cruzamos con
otras miradas, que nada nos reprochan, y sin querer, se convierten en
compañeros de nuestros silencios.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
).©
No hay comentarios:
Publicar un comentario