Caen
lentas, dulces, armoniosas, dejándose llevar por su música interior, que
las lleva a bailar en espacios mínimos; a acariciar el equilibrio de la
ternura; a obviar la oscuridad del anhelo; a pasearse entre
circunstancias adversas; a negar a los paraguas. Caen sin saber, que son
importantes para nuestras lágrimas, que se desnudan junto al sentimiento de las
nubes, esas extrañas aliadas de nuestra alma.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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