En Miranda de Ebro, ha sido"presuntamente" asesinada por su marido, Ana Belén Jiménezhda, tenía 44 años y dos hijos. Y ya no existe, sus lágrimas han pasado a la historia del olvido, compuesta de muchos cuerpos enquistados bajo las tumbas, que yacen solitarias en los cementerios ausentes de sentimientos, cargados de huesos que no deberían estar ahi pudriéndose. Que tendrían que saltar sobre su horizonte, el de sus hijos, el de sus nietos. Pero, apostaron por un mal amor, que las menguo los huesos. Calladamente, en España, asesinan mujeres, mientras la mayoría escucha el ruido del mar.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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