Nadie conocía a Carles, nacido un 29 de diciembre de 1962 en Amer(Gerona), hasta que llegó a ser Presidente de la Generalitat de Cataluña, en 2016. Su vocación prematura fue la de periodista, dando el salto a la política en el 2011 al ser alcalde de Gerona. En el 2015, se presentó a las elecciones del Parlamento catalán. El 9 de enero de 2016 Arthur Más, lo elige como su sucesor, desde entonces es uno de políticos más conocidos en España, sobre todo, por su afán de proclamar la Independencia, avalada por el referéndum del 1 de Octubre, que no existió, pues sus electores eran fantasmas, que introducían sus votos en urnas plástico situadas en calles, iglesias y algunos colegios. Alimentando la acción policial, declarada brutal por los manifestantes.
Carles, el hombre impasible, ha pasado por varios estados de evolución: vota en el"no referéndum"; declara la independencia, la niega a los cinco segundos; anuncia la convocatoria de elecciones que luego anula ¿Qué piensa Carles en realidad? El Gobierno ante su postura no apta para el diálogo, sólo imposiciones, ha decidido aplicar el Articulo 155 de la Constitución
"...Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la aprobación del mencionado interés general..."
Ayer, observaba a Carles, sentado en su butaca del Parlamento, y sentí pena, por este Presidente, que pudo hacer las cosas bien, y se estancó en la utopía, compuesta por descifrables sentimientos de hermandad; de horizontes de costumbres; de caricias de la Señera; de sonidos de Els Segadors; de besos de sus tradiciones. Tú utopía es la nuestra, Carles. Todos amamos nuestro pasado, que forma parte de nuestra vida, pero, lo hemos glosado a nuestro presente en España, la suma de todos nuestros sueños.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
Carles, el hombre impasible, ha pasado por varios estados de evolución: vota en el"no referéndum"; declara la independencia, la niega a los cinco segundos; anuncia la convocatoria de elecciones que luego anula ¿Qué piensa Carles en realidad? El Gobierno ante su postura no apta para el diálogo, sólo imposiciones, ha decidido aplicar el Articulo 155 de la Constitución
"...Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la aprobación del mencionado interés general..."
Ayer, observaba a Carles, sentado en su butaca del Parlamento, y sentí pena, por este Presidente, que pudo hacer las cosas bien, y se estancó en la utopía, compuesta por descifrables sentimientos de hermandad; de horizontes de costumbres; de caricias de la Señera; de sonidos de Els Segadors; de besos de sus tradiciones. Tú utopía es la nuestra, Carles. Todos amamos nuestro pasado, que forma parte de nuestra vida, pero, lo hemos glosado a nuestro presente en España, la suma de todos nuestros sueños.
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