jueves, 11 de enero de 2018

Abuelito

A esta hora,  hace treinta años mi abuelito se fue de mi vida. A mis dieciséis años, descubri lo que significaba la palabra ausencia. Un espejo de sentimientos roto en mil pedazos, esparcidos entre mis recuerdos, que antaño fueron decisivos para dar mis primeros pasos. Si el hombre llego a la luna, en mi corazón de niña caminó mi abuelo Leoncio. A quien quería sin fisuras, sin escondites, sin metastasis de dudas. A quien escuchaba embelesada. A quien intentaba animar con mi amor, cuando el cáncer se apoderó de su cuerpo, que empezó a desvanecerse en el horizonte, que no podía besar sin llorar "No os olvideis de mi", decía mi abuelo. En estos treinta años, querido, abuelito, nunca te has ido de mi pensamiento. Mis lágrimas brotan con fuerza al escribir esto. Muchas veces, voy a tu casa, entro en tu habitación, me miro en el espejo y me pregunto¿Si te sentiras orgulloso de mi? Mis lágrimas me ahogan la garganta, caen por mis mejilas, para instalarse en mi memoria donde vivirás hasta mi último suspiro.
Ana Tapias
Con todo mi amor a la memoria de mi abuelo.

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