miércoles, 3 de enero de 2018

Hablar al vacio

Es curioso como cuando uno se siente más angustiado, echado para atrás, por la devastadora realidad, nadie lo escucha, es como cuando suenan las campanas a lo lejos de una iglesia, vetusta, cargada de cadáveres en sus fosas nasales, que han perdido el ritmo de los rezos de sus familiares, que los rescatan del purgatorio que acaricia el olvido. Con el tiempo uno aprende a callarse, a descuidar sus miedos debajo el ruido de la televisión, debajo canciones de amor fraudulento, debajo sonetos empapelados de sucesos, debajo de saludos  ignorantes que se van rápido por la testosterona acumulada de sus odios, debajo de amigos que lloran contratos de trabajo efímeros,  debajo de puertas que se cierran golpeando los sueños. Con el tiempo uno se acostumbra a ser escuchado sólo por las estrellas.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)

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