lunes, 15 de enero de 2018

Pesadillas

He pasado la noche envuelta en pesadillas, de las que aún recuerdo pequeños fragmentos, es como si cada noche escribiera la página de un libro en mi subsconciente. En una de ellas, cerrábamos bien la casa, no nos fueran a robar. El trauma del robo, sufrido estas navidades en casa, no abandona mi mente, pese a los comentarios de amigos de hay cosas peores, como tener cáncer,como que le de un ictus a tus padres y se queden en sillas de ruedas. Bajamos las escalones  de dia, al llegar al portal era de noche. Subia a un coche negro, ibamos a algún lugar, para coger un autobús que nos dejara en Madrid.  Creo que mi coche lo conducía una mujer, al llegar a una curva la tómó mal, el tiempo se paró. Oía a los bomberos, qué decían hay un muerto, no sé si era yo, me desperté asustada. Eran las cuatro y media de la madrugada. Volvi a dormirme.  Había salido a caminar con un amigo, llegamos a una zona con césped, donde había un niño jugando con un rottweiler, Teniamos que subir las escaleras, pasar a su lado. no podía huir de la presencia del perro que me atemorizzaba. Sonó el despertador, me quitó la angustia de saber si me mordería o no me ignoraria.  Las pesadillas me acompañan cada noche desde pequeña, una de mis hermanas después de contarla una, me aconsejó que las escribiera, llevo años haciéndolo
Ana Tapias( todos los derechos reservados)

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