martes, 2 de enero de 2018

El reloj del abuelo

Cuando entran a robar en tu casa, uno bucea en  el sentimiento de violación de sus cosas; en el duelo de la despedida de lo que te arrebataron;  en la tragicomedia de la impunidad con la que actúan. Pero, en medio del derrumbe emocional,  aparece un viejo reloj olvidado. Es grande, bañado en dorado. Han pasado más de veinte años desde que lo vi por última vez. Vuelvo a ser aquella niña que esperaba mi abuelo  en el balcón. Mi  corazón saltaba, cuando su figura envuelta en su abrigo, protegido por su sombrero, se aproximaba, lentamente, por la calle hacía la puerta. La abría con el desgaste del cáncer que erosionaba su cuerpo" Abuela, abuela, abuela, que viene el abuelo" gritaba con emoción. Corría hacía la puerta de casa para darle infinitos besos" Me bañas la cara", me decía.  Detrás del dolor siempre se encuentra la belleza.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)

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