domingo, 7 de enero de 2018

Navidades

A mi, las navidades, cada año me gustan menos, y no es porqué me vaya haciendo mayor y mis ilusiones se desvanezcan sobre el horizonte; porqué mi felicidad se diluya bajo la nieve; porqué las caricias del recuerdo no me pasen de la epidermis; es porqué, la gente pervierte el lenguaje, lo transforma, lo convida a disfrazarse de bondad, que perdió su ritmo en la evolución. Tal vez, el primitivo Homo sapiens sapiens,  celebrará las reuniones en torno a un niño de madera,prefabricado con sueños de eternidad, para que, en la otra vida no tuvieran que cazar en tanga; ni  comer animales a los que han visto sufrir al matarlos. Pero, el hombre actual celebra las navidades entorno a familias, que no se hablan el resto del año; que comen compulsivamente sin hambre; que cantan villancicos sin destino, acompañados de panderetas que venden en los chinos; que destilan buenos deseos a la vez que ponen zancadillas; que susurran buenos deseos enquistados en la envidia. Las navidades son pequeños diccionarios frustrados.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)

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