La vida se cuelda día a dia del calendario. Se va desgastando ante nuestra incredulidad. Los bebés aprenden a caminar con desatino. Las personas mayores aprenden a sujetarse sobre el bastón. Es enternecedor ver cómo cada edad tienen su aprendizaje, cómo nos adaptamos a ello sin rechistar, tal vez, porqué asumimos la distancia con la muerte como algo evitable; pero, la muerte es como la nieve siempre se deshiela.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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